Aunque me salten encima los inquisidores de la religión futbolística, debo anunciar una gran verdad: la verdeamarelha es la mayor vergüenza -naturalmente junto a la selección del Chemo- que ha podido pasar por los predios mitológicos del balompié.
Es cierto que no han faltado a ningún Mundial y que son los más ganadores en ellos, pero también es cierto que para una nación en la que se juega ese deporte hasta en medio de los tiroteos, por las conquistas de las favelas, entre traficantes de drogas y policías -y que gozan con la mayor cantidad de jugadores excepcionales por metro cuadrado en el mundo- haber ganado apenas 5 Copas en 80 años es como para no poder evitar una mueca de desprecio socarrón cuando menos, sabiendo que sólo tienen una Copa más que los italianos (que de fútbol sólo saben que es un deporte de contacto como el boxeo tailandés), dos más que los alemanes (para quienes el fútbol es sólo otra forma de mostrarnos su orden enfermizo) u ¡óiganlo bien! apenas 5 copitas más que los peruanos (que sobre eso del fútbol entendemos lo que Sergio Bambarén sobre el sarcasmo de los delfines) .
Brasil siempre ha sido favorito pero se ha dedicado, salvo cuando ha ganado, a hacer el ridículo de la manera más lamentable: tuvieron que pasar 28 años desde el primer Mundial para coronarse por primera vez y en el transcurso no se olvidaron de perder el Campeonato en su propia cancha y con un equipo manifiestamente inferior. Luego, tuvieron una generación de futbolistas tan espectaculares que no tomaron el camino del fracaso natural, que tan bien le sienta a la canarinha y se endilgaron tres Copas (dándose tiempo para hacer el ridículo en Inglaterra 66, que para algo son brasileños) y luego, nada otra vez, hasta que Romario y Ronaldo ganaron una más cada uno. Y paramos de contar. No sé a ustedes pero para ser el mejor equipo -y eterno favorito- me sabe como a muy poco. Resumiendo: como el Real Madrid, pero con negros.
ESTRELLAS
DUNGA: La vedette del equipo. Un Puma Carranza con palitos de anticucho por cabellos que aunque ya no juegue no pierde su esencia de medio campista de contención, tal es la destrucción de toda posibilidad de juego vistoso. La cantada no convocatoria de Pato (no, no ese Pato) y de Diego son sólo unas pinceladas de las diabluras que promete lograr en el Mundial.
KAKA: Que quede claro que sólo lo pusimos para llenar el espacio, porque el equipo es tan soso que se hace difícil buscar algo rescatable. Entre sus virtudes encontramos una depurada técnica de lectura de la Biblia y un olfato de goleador para poner la mayor cara de monja consagrada cuando le apunta una cámara fotográfica.
ROBINHO: Confirmó lo que se venía diciendo desde hace varios años: que es el nuevo Pelé. Y como Pelé, es un tipo insoportable -de los que provoca golpear nada más verlo- que jamás logró destacar ni medianamente en el fútbol que importa, es decir en el europeo, y tuvo que ver su gran gloria en esa caricatura llamada Santos. Una prueba de su inmenso talento la dio cuando su mítico equipo perdió en la Sudamericana del 2003, con baile de Paolo Maldonado y del no menos legendario Germán Carty. De existir el Cosmos de Nueva York terminaría allí también, pero probablemente se retire en Arabia o Qatar, encandilando, siempre encandilando con sus bicicletas.
RIVALES:
-Portugal: Un equipo vistoso y de buen juego que de tener al menos un delantero podría llegar a crear jugadas de peligro. Sus posibilidades de tirar al arco se basan en que las condiciones climáticas favorezcan el bronceado de Cristiano Ronaldo. El morbo extra lo dará el hecho de ver a 22 jugadores frente a frente balbuceando entre ellos ese medio idioma que es el portugués
- Costa de Marfil: Siguiendo la ya conocida mezcla de tradición y pujanza de los africanos, este conjunto llega sin entrenador, con el diez por ciento de su población infectada de SIDA, graves secuelas de una larguísima guerra civil y, por si no fuera poco, la repulsiva presencia de Didier Drogba y sus desvaríos mesiánicos. Tipejo tan insufrible como Pelé 1 y Pelé 2, que se atrevió a criticar las condiciones futbolísticas de Claudio Pizarro. Si hay un Dios, este equipo quedará en el ranking general por detrás de Corea del Norte, Honduras y Nueva Zelanda.
- Corea del Norte: Nadie da un centavo por ellos pero allí están, como encarando al mundo con sus ojivas nucleares. Si aceptamos la lógica socio política imperante y reconocemos que su potencial nuclear es una amenaza real para el planeta, debemos ser igual de hidalgos y reconocer su amplio favoritismo en este grupo de la muerte.
PRONÓSTICO:
Siendo que Portugal es un conjunto de bailarinas de cabaré al servicio de la Tongolele Ronaldo y que Costa de Marfil no es ni siquiera un equipo, el rival a vencer es -claramente- Corea del Norte. Nuestro pronóstico es que, a pesar de las dificultades pasará a la segunda ronda sin problemas, es decir como el segundo mejor. Sólo para eliminar en esa instancia a una metro sexual, o incluso, travestida España.
El camino a la eliminación en semifinales está, pues, servido ya que esta vez no hay Garrinchas ni Romarios ni Ronaldos de los gordos que puedan burlar a la casi inquebrantable Historia.
H. P.
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