Reconozcamos que tal vez fue impactante en su momento, por el magro desarrollo de la fluidez audiovisual en los setentas (aunque nos tengan enfermos con eso de que todo tiempo pasado fue mejor y que el cine murió con John Ford y en adelante sólo se veía películas en espera del advenimiento de las series de TV); pero es imposible negar que la vejez de "Carrie" es desastrosa y si algo la salva del olvido más absoluto, es la abundante cantidad de piel desnuda en escenas absolutamente gratuitas, como corresponde a la década que popularizó el porno, que nos hunde en una profunda nostalgia por un mundo que no conocía el sida, y que la mayoría de nosotros no llegó, jamás, a disfrutar. Pero eso no es mérito del filme, puesto que casi todos mostraban bastante carne, ya que el cine era cosa de adultos y la post producción no se preocupaba en buscar una censura suave, que permitiera llegada de preadolescentes cargados de por corn, en tropel a la sala de cine. Era un negocio mucho más amateur y eso se notaba mucho.
Entonces, la pregunta es: ¿Era necesaria esta adaptación?. Pues podríamos decir que no, que tampoco la novela de Stephen King es para tanto, y además, todos ya sabemos en qué termina la historia; así que, ni siquiera existía el elemento sorpresa de la original. Pero, por otro lado, ya hemos dicho que el cine ha llegado a un nivel de industrialización tremenda, en el que casi todo funciona a la perfección, salvo los guiones, porque ¡Oh, tragedia! la creatividad no puede conseguirse con la sobre explotación laboral de niños asiáticos. Además que, ¿Para qué arriesgarse a mostrar una historia interesante y nueva, si está más que comprobado que no es eso lo que quiere el público? Sino, ¿Cómo explicaríamos que las comedias románticas sigan siendo las apuestas más seguras en cualquier multicine o que las películas más vistas en la historia sean Avatar y Titanic? Pero aún hay algunos depravados que no buscan el triunfo del amor en el cine y, por muy grande que sea su perversión, también compras bebidas gaseosas, nachos y palomitas, así que hay que darles algo, como "Actividad Paranormal 118" o "Aquamán 27"; pero, hasta los superhéroes y los realities de terror llegarían a saturar en algún momento sino hubiera algo más que darles entre entregas. Es aquí donde entran a tallar los remakes: Apuesta segura, pues si antes funcionó, seguramente lo vuelve a hacer; ahorro en guionistas, para gastar más en efectos especiales; y, una pequeña dosis de polémica al compararla con la original esos cinéfilos nostálgicos que aún se masturban con Audrey Hepburn.
Este es el momento en que algún lector desesperado (malacostumbrado, quizás, a la agilidad de nuestra prosa) preguntará: ¿Es que no piensan hablar jamás de la película? Así que pacientísimo fanático del Períodico de a China, no te atormentes más, ya hemos llegado a lo que esperabas: Los spoilers.