miércoles, 29 de diciembre de 2010

Gisela Valcárcel: De Oscar de León al Cielo es el límite

Gisela Valcárcel es una especie de Susana Gimenez peruana y no son pocas las similitudes entre ellas. Ambas han alcanzado el éxito casi de casualidad y con un programa de llamadas de amas de casa. Ambas han iniciado sus carreras como émulas de Raffaella Carrá y han terminado convirtiendose en señoras de moralidad rayana en lo mojigato, lo que no les impide jugar al doble sentido con hombres a quienes duplican en edad. Ambas han salido de la modestia de la clase media (aunque Gisela insista en haber sufrido una pobreza extrema, que nunca fue tal) a los brillos que otorga el estar consideradas entre las personas más poderosas de sus respectivos países (y ninguna ha podido borrarse del todo la "naquería" de su juventud). Y lo más importante: Ambas son insoportables.
Como hablar de dos personajes tan insufribles sería una tarea titánica, me decantaré por avinagrar mi día con la nada encantadora rubia artificial de Gisela Valcárcel

lunes, 27 de diciembre de 2010

Scott Pilgrim versus Scott Pilgrim

Ya se ha dicho mucho contra la película de Scott Pilgrim. Pero debido a que en la redacción de Periódico de a China el espíritu navideño suele durarnos algunos días extras, es que hemos decidido buscar los elementos positivos del film, para lo cual hemos pasado gran parte de las fiestas realizando visionado tras visionado, hasta encontrar un puñado de razones por las cuales ver la película.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Dr. House: El espantapájaros rengueante halló un corazón

Gregory House no es un buen cristiano y seguramente no sería la mejor persona para nombrar padrino del bautizo de tu primogénito, pero a lo largo de muchas temporadas, el personaje ha ido transitando por el camino de ladrillos amarillos de la soledad y la adicción, hasta llegar a la tierra de Oz (o el Hospital Psiquiátrico donde lo llevaron las alucinaciones causadas por el abuso del Vicodín) donde, por fin, adquirió un corazón.
Ahora, un médico con sentimientos es algo muy noble y necesario para humanizar al enfermo, para no tratarlo como una cosa y sí como una persona, como alguien importante cuya recuperación es el fin último de haberse pasado de 8 a 15 años estudiando medicina. Pero estamos hablando de un médico ficticio, que no curará el cáncer (ni lo hará su amigo Wilson) ni logrará detener permanentemente la oxidación de las células y la vejez. Estamos hablando de un actor inglés con papeles en 101 Dálmatas y en Stuart Little 2, que hubiera seguido adornando el mural de los actores subfamosos de no ser por esa espectacular serie de médicos, en la que el protagonista no es un dechado de virtudes cuyo único fin es salvar los cuerpos y almas de sus pacientes, sino un drogadicto cojo, misántropo, malhumorado e increíblemente inteligente, y a pesar de ello sin la capacidad de acertar sus diagnósticos a la primera, teniendo que esperar la iluminación divina, o el golpe de suerte, para llegar a la inequívoca solución.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Tribus Urbanas (2): Los Emos

Bertold Brecht dijo que "hay hombres que luchan un día y son buenos, pero los que luchan toda la vida son imprescindibles". Si damos por sentada la veracidad de dicha frase, podremos concluir que los emos son absolutamente irrelevantes en el desarrollo de la humanidad pues, aunque, teóricamente, todo grupo urbano genera cierta "resistencia al orden establecido", en el caso de esta rosácea tribu, se da apenas en la pronunciación (mala pronunciación) de lamentos en voz alta, "expresiones extremas de sensibilidad" como llantos colectivos o los muy famosos cortes en los brazos y el uso de una estética andrógina harto popular, basada en ropa ceñida de color negro y rosa, hebillas de metal, maquillaje en los ojos y delgadez extrema como émulos huesudos del Jack de Nightmare Before Christmas (que no hay emo de bien, que no la atribuya a Tim Burton).

lunes, 13 de diciembre de 2010

Tribus Urbanas (1): Porque ser uno mismo, es ser parte de un organismo superior

En estos tiempos que corren, uno podría suponer que la globalización ha hecho bien su trabajo y absolutamente todos los habitantes de la Tierra saben quienes son Lady Gaga, Lionel Messi y Vargas Llosa (aunque de no ser por el Nobel, hubiéramos tenido que poner García Márquez). También se nos puede hacer una verdad arrejuntada y sacramentada por el santo de nuestra elección, que no hay ciudadano del mundo para quién reconocer las diferencias entre un otaku, un mekay y un hikkikomori sea un problema mayor a reconocer a tu hijo a la salida de la escuela.

Sin embargo, y aunque le parezca increíble, pasmado lector de Periódico de a China, hay aún muchos bárbaros culturales que confunden las diversas tribus urbanas entre ellas, o sencillamente les parecen lo mismo. Peor aún, algunos ni siquiera tienen idea de lo que es una tribu urbana y tildan de hippie vago y drogadicto, metalero satánico o -como lo sufre en carne propia el Emo Oliente- emo de mierda a cualquier hijo de vecino que por sus características estéticas o comportamiento, se les presuma como miembros o afines a una subcultura determinada.

Es por eso que en un arranque de caridad cristiana, como una santa Reina Isabel (despojándose de sus joyas para dárselas a Colón, para que cumpla su sueño, sin pensar en ningún momento en las ingentes ganancias que repercutirían en su bolsillo y en las arcas del Estado castellano, en caso de monopolizar una nueva "ruta de las especias") hago mía la tarea de abrir los ojos a esas ovejas que se han descarriado del rumbo histórico de la cultura popular y siguen escuchando, con seguridad, música en un viejo walkman, ignorando la existencia de Ipads y demás embates tecnológicos del nuevo siglo. Y empezamos:

viernes, 10 de diciembre de 2010

La Tigresa: Música milenaria como el Oriente

En Periódico de a China nos deleitamos con la contemplación, escucha o lectura de los clásicos. Sentimos que en ellos se encuentra depositado el cúmulo esencial de la civilización humana y fuera de ellos se puede hallar artificios, adornos, barroquismo, excesos, pero no la cristalina pureza y contundente verdad universal que nos ofrecen Dostoievski o Corín Tellado, Stravinsky o Maná,Truffaut o Leónidas Zegarra. 

Aunque la presión popular insista en considerar a los clásicos aburridos, la realidad es que han alcanzado tal nivel, justamente, por trascender lo popular y rozar, o alcanzar incluso, lo divino, lo que los pone, entonces, en una condición superior que la mayoría de mortales no alcanzaremos jamás.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Filosofía Barata: Alcen la mano los panas de Nietzsche

Hace un tiempo pasmosamente largo (aunque en mi mente sea sólo como un suspiro o el parpadeo que debe significar la carrera de los Stones para la eternidad de Dios), en el siglo pasado aún, un escritor noruego decidió hacer una especie de "Introducción a la Filosofía para Dummies" para lo que, basándose en el inmortal "Mujercitas", crea una historia sin historia en la que fue insertando una síntesis bastante didáctica de los greatest hits de la filosofía universal. El experimento resulta bastante entretenido y vas creyendo que en realidad es una novela lo que está en tus manos, hasta que casi al final, sino al final, del libro, descubres que te han timado y te han vendido gato por liebre: Tu novelita rosa con ínfulas de Arjona, es en realidad uno de esos libros para intelectuales que fuman mucho, no combinan la ropa y nunca tienen trabajos de ocho horas bien remunerados. Curiosamente nadie destapó semejante Watergate y el criminal siguió impune, siendo traducido hasta en 54 idiomas y convirtiendo a "El Mundo de Sofía" en uno de los pocos éxitos de no ficción de la historia.